Estuve pensando en estas semanas cuál iba a ser mi Trabajo Final para las Unidades 5 y 6. Tiene que ser un trabajo colaborativo.
Pensé en las Proposiciones subordinadas que tanto les cuesta. Preparé un PowerPoint bastante exhaustivo. Y pensé en una mecánica que tuviese que ver con Missión Imposible: conectar dos objetos para que funcionen como un arma. El secreto está en saber usar el conector correcto. O saber desarmarlo: el cable rojo o el cable azul. En eso consisten las Proposiciones subordinadas.
Si alguien dice: Amo a mi marido, la cual es una cosa que nadie entiende.
Como es una oración con el nexo relacionante usado terriblemente mal, la bomba estalla. Aclaro que es una frase sacada de un programa de la tarde, esos que languidecen con lugares comunes para amas de casa aburridas (sí, todavía quedan unas pocas).
Pero después leí con atención las consignas del trabajo y vi que se puede hacer algo en pareja. El fin de semana que falté mi barra se fue armando en parejas: Olga con Majo y Dany con Lizzy. Por lo que Gaby quedaba sola, o lo hacía conmigo. Y como la última vez que estuve con ellos me porte como el traste, tenía que redimirme. Le propuse a Gaby hacer el trabajo más colaborativo que conozco: el periódico escolar.
Chicas, si quieren conseguir novio, hagan el periódico escolar. Así es como conocí a mi marido.
Otro día les cuento la historia.
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